
Redactar un texto, ya sea un libro, una tesis, un informe o un artículo, implica, en muchas ocasiones, un gran trabajo de investigación que supone todo un reto personal y profesional para el autor. Por este motivo, encontrar en él faltas de ortografía, errores de concordancia o erratas menoscaba la labor del escritor y desluce el contenido que se presenta. Todo ello afecta a su reputación pública.
La corrección permite subsanar las faltas ortográficas y gramaticales de un escrito para facilitar su lectura y comprensión. Pero, además, transmite profesionalidad, pone de manifiesto el interés del autor por ofrecer un texto de calidad y evidencia que siente un gran respeto por todas aquellas personas que leerán su trabajo.